Verdad y Mentira
Una persona tiene acceso a dos rutas. En una
encontrará la vida y en la otra la muerte. Dos individuos pueden ayudarle, ya
que conocen el secreto, pero lamentablemente uno de ellos siempre miente y el
otro siempre dice la verdad. ¿Cómo solucionar el problema, si se le permite
formular una sola pregunta a cada individuo?
La peluquería
Si al llegar a un pueblo descubrieras que hay
una sola peluquería, y en ella hay un hombre con el pelo perfectamente cortado,
y otro que tiene un muy mal corte, ¿con cuál de los dos te cortarías tu
cabello?
El problema de las dos piedritas
Años atrás, un mercader londinense quedó debiendo una gran suma de dinero a una persona que le hizo un préstamo. Esta persona se enamoró de la joven y linda hija del mercader. Le propuso, entonces, un acuerdo. Dijo que cancelaría la deuda del mercader si se casaba con la hija. Tanto el mercader como su hija quedaron despavoridos.
Años atrás, un mercader londinense quedó debiendo una gran suma de dinero a una persona que le hizo un préstamo. Esta persona se enamoró de la joven y linda hija del mercader. Le propuso, entonces, un acuerdo. Dijo que cancelaría la deuda del mercader si se casaba con la hija. Tanto el mercader como su hija quedaron despavoridos.
La persona que le
había prestado el dinero, le propuso entonces dejar la solución del caso a la
Providencia.
Para eso, sugirió
colocar una piedra blanca y otra negra dentro de una bolsa de dinero vacía; la
muchacha debería retirar una de las dos piedras.
Si retiraba la
piedra blanca, permanecería con el padre y la deuda se perdonaría. Pero si se
rehusaba a retirar la piedra, el padre seria encarcelado y ella moriría de
hambre.
El mercader tuvo que aceptar forzado. Ellos se encontraron en el jardín del mercader, y en el mismo había un camino lleno de piedras blancas y negras (llamadas granza), en el jardín del mercader. El acreedor se agachó para levantar dos piedras, y al hacerlo, tomó muy rápidamente dos piedras negras y las colocó en la bolsa de dinero, sin dudas para hacer trampa; pero fue visto por la muchacha.
El mercader tuvo que aceptar forzado. Ellos se encontraron en el jardín del mercader, y en el mismo había un camino lleno de piedras blancas y negras (llamadas granza), en el jardín del mercader. El acreedor se agachó para levantar dos piedras, y al hacerlo, tomó muy rápidamente dos piedras negras y las colocó en la bolsa de dinero, sin dudas para hacer trampa; pero fue visto por la muchacha.
Le pidió entonces a
la joven que retirara la piedra, que sellaría no sólo su suerte sino también la
de su padre. ¿Qué podría hacer la muchacha para revertir
esta situación?
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